twitter
rss

sábado, 14 de septiembre de 2013

HERMOSO CUENTITO

                                             
                          CANELITA






Aquél día, Aurora, Diosa de la Mañana, salió a despertar árboles, flores, hormigas, abejas, pájaros, mariquitas, en fin, todo ser viviente del bosque para arrullarlos con la siguiente canción:
Vuelo alto
vuelo bajito
veo a los grandes
y a los chiquititos

De sus sueños los despierto
al afán del nuevo día
vengan todos, vengan todos
caminemos con alegría
ahí viene el astro Sol
con sus rayos de energía

-¡Aurora, Auora!- gritó la oruguita fea que cómo una lapa se aferraba a la corteza del árbol de canelo.- Deseo hablar contigo-.

-¿Qué te sucede, Canelita?- contestó Aurora dulcemente.

-Estoy triste y enojada, los que en éste arbol viven se burlan de mi, me gritan fea y se ríen de mi torpe caminar. Me acosan todo el día, no sé que hacer.- gimoteó la oruga.

-¡Pobrecita!- Dijo tiernamente, Aurora-  No hagas caso, un día serás preciosa. Tocarás  con tus alas el Sol y te posarás sobre las flores y árboles más aromáticos del bosque. Ahora, construye tu capullo y vete a dormir.-




-¿Te has fijado?- dijo una flor silvestre a un matorral. Canelita ya no come, solo duerme. Se ha construido una habitación. La ha colgado de una rama y; ¡A dormir se ha dicho!

-¡Menos mal que ya no come! Por aquí vino el otro día y devoró tres de mis hojas.- Exclamó indignado el  matorral.


Pasó el tiempo, la suave brisa de la Primavera cosquilleaba las hojas del arbol de Canelo y las flores sonreían asomando sus cabecitas multicolor.  El sol salió muchas veces, otras tantas la luna. La oruguita dormía y Aurora observaba, Sabía que al pasar el tiempo aquella oruguita fea se transformaría en una esplendorosa mariposa.  Su sueño de ser hermosa se haría realidad.


LLegó la mañana del gran día. Flores, mariquitas y pájaros atentos a cuanto ocurría a su alrededor, no pudieron más que elevar sus miradas a través de las hojas del arbol.  Algo en la habitacíon de Canelita se movía; se arrugaba y se abría, temblaban todas las hojas.  Ya no era la oruguita fea y babosa de torpe caminar la que salía del capullo. Era una linda y cautivante mariposa de alas de tul cubiertas de polvo fínísimo de oro y brillantes. Desplegaba sus  alas lentamente, volaba queriendo alcanzar los rayos del sol. Subía y bajaba, en círculos, loca de contento besaba las flores.



Aurora sonreía y los demás muy celosos contemplaban la belleza de Canelita.
COLORÍN COLORADO ESTE CUENTITO SE HA TERMINADO ...